Pensamientos

viernes, 16 de marzo de 2007

Navigare necesse est, vivere non necesse

Atribuida a Pompeyo por Plutarco, dice que dijo esta frase cuando sus marineros se negaban a embarcar (Vidas Paralelas: Pompeyo, L).


A partir de ahí, otros la han utilizado con distintos sentidos: como Pessoa, que la transforma en un canto a la creación en su Navegar é Preciso; como Caetano Veloso, que le puso música en Os Argonautas ...




Nos servimos de esa frase cuando queremos señalar que importa más el ideal que las necesidades básicas, cuando hemos de sobreponernos a las dificultades inmediatas por un objetivo superior.

Llevo algún tiempo navegando por este proceloso mar de redes. La mayor parte del tiempo zarpo con la ruta bien establecida, pero casi nunca puedo terminar como lo había planeado, unas veces arrastrada por la necesidad, otras veces por el placer.

De mis primeros tiempos en esta navegación recuerdo con mucho cariño un lugar en el que descansaba con frecuencia. El trabajo me había llevado muy lejos del hogar, estaba preparando oposiciones que nunca se convocaban cerca de casa, mis hijas eran pequeñas, la situación familiar complicada ... así que de vez en cuando necesitaba recurrir a él como terapia, para sentirme a gusto y sin remordimientos de conciencia por utilizar las horas de estudio lejos de las laringales. Ese lugar amable y acogedor me ayudaba a respirar, a soñar, a prometerme un viaje cuando las cosas fueran mejor, a continuar la vida con alegría. Navigare necesse est, vivere non necesse.

Pasaron los años. La vida me trajo un día un regalo inesperado, trabajar en un proyecto común con el autor de ese sitio. Desde entonces, he visitado muchos puertos, mejores y peores, sitios útiles, aburridos, interesantes, divertidos, coloridos, tristes, alegres, instructivos, atractivos; tampoco es quizá la mejor de sus obras, la más famosa o la más cuidada; pero ese periplo fue para mí el lugar agradable donde escuchar el sonido de las olas.

Hoy quiero agradecer a esa maravillosa persona que invirtiera una parte de su vida en compartir sus vivencias.
Gracias, José, χρόνια πολλά!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y quién no hizo ese periplo?

Gracias también, Jose.

Luis Inclán García-Robés dijo...

Ana:
Una entrada preciosa y muy sentida. Claro que sí: como dice Carlos, todos nos hemos refugiado alguna vez.
Jose: felicidades anticipadas y gracias.
Luis.

Unknown dijo...

Bonita entrada, Ana.

Anónimo dijo...

Muy apropiado teniendo tan cerca las fantásticas playas de Benicassim y muy poético.

Latine loquimur dijo...

Ave, Ana.
Me alegra que te parezca interesante el blog. Lo he iniciado este curso y aún soy una novata en estos temas, pero me viene muy bien como cuaderno de clase. Por ello está organizado en función de mis alumnos: Latín y Referentes.Pero, si le es útil a alguien más, no tengo reparos en que lo incluyáis en Quiron, de hecho, yo os visito frecuentemente. Un saludo.

Unknown dijo...

Apreciada ana y demas comentaristas:
que paso? se han tomado todos juntos la frase tan a pecho de vivir no es necesari, navegar es necesario?
Y a dia de hoy 5 años después , no han escrito mas ni mu,
con un comienzo ta lleno de pasión y energia, con imagenen de Benicassim Preciosa, vamo que vivir para vivir Solo vale la pena vivir para vivir!!!
Animence que las almas que lucen son las que alimentan al sol cada día!!!
con cariño y luz desde Madrid. nestor papadopulus

scorpios dijo...

Una noche muy oscura ,de estrellas iluminada, contemplaba desde los amplios ventanales del puente de mando del buque, la inmensidad del océano y del firmamneto y me vino esta recordada frase a mi memoria, ¨Navegar es necesario, vivir no es necesario¨. Traté de entenderla, y luego de mucho cavilar, comprendí que navegar es el paso por la vida, es la interminable lucha por la supervivencia y hasta por la felicidad, por eso es que es tan necesario, si no navegamos en la vida, la misma pierde sentido, y deja de ser necesaria...